Búsqueda

jueves, marzo 08, 2007

Estrellas fugaces, meteoros y meteoritos

Por esas casualidades de la vida, la última entrada de este blog fue sobre reentradas en nuestra atmósfera, y esta semana, en uno de los episodios de CSI aparece una lluvia de estrellas, algo que tiene mucho que ver. En el episodio en cuestión, se mostraba de vez en cuando un plano en el que se veía el cielo estrellado, surcado por un caudal más o menos constante de estrellas fugaces. Dichos planos eran bastante artificiales, y no por que se notara el montaje (que cantaba un poco, todo hay que decirlo), sino porque las trayectorias de las estrellas no eran coherentes. En algunos casos, podíamos ver trazas paralelas y divergentes a la vez.

En alguna otra ocasión he comentado qué es una lluvia de estrellas y por qué se produce. Hoy entraré más en detalle. Veamos, supongo que la mayoría de la gente sabe que una estrella fugaz no es un estrella propiamente dicha, sino un pequeño objeto que se incinera al penetrar en nuestra atmósfera. Lo correcto es referirse a ellas como meteoros o meteoritos. Existe una sutil diferencia entre ambos. Un meteoro se consume completamente en la atmósfera, mientras que un meteorito consigue impactar en la superficie de nuestro planeta, dejando un bonito crater (bueno, ahora que lo pienso, puede que la diferencia no sea tan sutil, sobre todo si te cae cerca). El nombre puede llevar a confusión, ya que «meteorito» parece un diminutivo de «meteoro», y sin embargo un meteorito es normalmente más grande (o más masivo) que un meteoro, puesto que consigue llegar al suelo antes de consumirse por completo.

La mayor parte de las estrellas fugaces que vemos son meteoros. Existen determinadas fechas en las que se produce lo que se conoce como lluvia de estrellas. Esto sucede porque cruzando la órbita de la Tierra, hay rastros de polvo y hielo dejados por un cometas, de forma que nuestro planeta atraviesa una zona de más densidad de materia de lo habitual, y todos los restos que «pilla en el camino» penetran en nuestra atmósfera, desintegrándose de forma espectacular. Es importante hacer notar que es la Tierra la que se mueve y «embiste» esos restos, de forma que desde nuestra perspectiva, parece que todos vienen del mismo punto del cielo, que es hacia el que se dirige nuestro planeta en ese momento. Si alguna vez habéis viajado en coche en plena nevada, el efecto es muy similar. Parece que cientos de copos de nieve se dirigen hacia nosotros, emanando de un punto sitado delante del coche y trazando trayectorias divergentes a partir de ese punto (algo parecido al efecto de «salto al hiperespacio» en las pelis de Star Wars), pero en realidad somos nosotros los que embestimos los copos a gran velocidad.

Fotografía del cielo en dirección a Leo, con varias Leónidas

Así que en una lluva de estrellas, todos los meteoros trazan trayectorias divergentes, que se cortan en un mismo punto. De hecho, se les da un nombre basado en la constelación donde esté ese punto. Así, las Perseidas, parecen provenir de un punto en la constelación de Perseo; las Leónidas, de Leo; y las Oriónidas, que son las que se mencionan en el episodio de CSI, de Orión. En el episodio, sin embargo, hay un plano en el que se ven dos trazas paralelas, bastante separadas entre sí, y entre ellas, una que no es paralela, por lo que es divergente con respecto a una y convergente con respecto a la otra. Algo así no podría ocurrir, a menos que el meteoro «discordante» no formara parte de la lluvia, y tuviera otro origen.

Hay otro detalle importante a tener en cuenta sobre los meteoros. La mayoría de las veces, se representan como puntos más o menos luminosos que se desplazan dejando un rastro más tenue, algo así como una bola de fuego en miniatura. Eso nos lleva a pensar que vemos el meteoro propiamente dicho, que está muy caliente y emite luz. Sin embargo, no siempre es así. Veamos, cuando el objeto que penetra en la atmósfera es muy pequeño, como por ejemplo del tamaño de un grano de arena, o una mota de polvo, la luz que vemos no procede de la incandescencia del objeto. Como recordaréis del artículo anterior, el aire se comprime a gran velocidad, elevando enormemente su temperatura. Además, también se ioniza, debido a que parte de la energía generada es utilizada para «arrancar» electrones a las moléculas de aire. Es decir, el aire se convierte en plasma. Y este plasma tan caliente emite luz, en parte por su temperatura, y en parte por la recombinación de electrones sueltos con las moléculas ionizadas que los han perdido.

Primer plano de un meteoro

Cuando el objeto es grande, la mayor parte de la luz viene de la incandescencia del propio objeto. Pero cuando es muy pequeño, es realmente el plasma de alrededor lo que vemos. Si alguna vez habéis disfrutado del fantástico espectáculo de una lluvia de estrellas, habréis visto que muchas de ellas no son puntos que se mueven, ni puntos que dejan una breve estela a su paso, sino únicamente la estela: una línea resplandeciente que se desplaza por el cielo durante unos segundos. El pequeño objeto que lo causa ni lo vemos, pero podemos apreciar sus efectos en el aire circundante. Incluso en el caso de ver un punto más o menos gordo, con una estela detrás, el punto gordo no es el objeto, sino el plasma que lo rodea, que parece lógico que esté más caliente en la zona delantera. De hecho, es más habitual que la zona más luminosa de la traza, esté un poco detrás de la cabeza.

10 comentarios:

  1. Es curioso que la primera pelicula que creo la moda de los desastre por impactos de asteroides y meteoritos se llamase Meteor (1979, Meteoro), en vez de Meteorite (que es la voz inglesa para Meteorito).

    Si realmente era un "meteor", que peligro habia?? :D

    Supongo, que como dices tu, suena mas terrorifico. :)

    ResponderEliminar
  2. En el colegio me enseñaron que "meteoros" son los fenómenos atmosféricos, de donde viene "meteorología" (que no "metereología ;-) ).

    El que se use esta palabra también para un tipo de fenómenos astrológicos puede llevar a bastantes confusiones, ¿no?

    ResponderEliminar
  3. No sería mejor diferenciar entre meteoros y "bólidos", siendo los bólidos los meteoritos que consiguen impactar en la superficie (leí hace tiempo esta diferenciación en un libro de astronomía, aunque no se si es correcta).

    S2

    Ranganok Schahzaman

    ResponderEliminar
  4. ...un tipo de fenómenos astrológicos...

    ¡Ah! ¡Vade retro! ¡Satanas! Supongo que querías decir astronómico ¿no ? :-)

    No sería mejor diferenciar entre meteoros y "bólidos", siendo los bólidos los meteoritos que consiguen impactar en la superficie

    En realidad es justo al revés. El meteorito es el que impacta, y el bólido el que no (bólido y meteoro son sinónimos).

    Según la RAE:

    meteoro o metéoro

    (Del lat. meteōrus, y este del gr. μετέωρος, elevado en el aire).

    1. m. Fenómeno atmosférico, que puede ser aéreo, como los vientos, acuoso, como la lluvia o la nieve, luminoso, como el arco iris, el parhelio o la paraselene, y eléctrico, como el rayo y el fuego de Santelmo.


    meteorito

    (De meteoro e -ito2).

    1. m. Fragmento de un bólido que cae sobre la Tierra.


    bólido

    (Del lat. bolis, -ĭdis, y este del gr. βολίς, arma arrojadiza, tiro).

    1. m. Vehículo automóvil que alcanza extraordinaria velocidad, especialmente el que participa en carreras.

    2. m. Meteor. Masa de materia cósmica de dimensiones apreciables a simple vista que, con la apariencia de un globo inflamado, atraviesa rápidamente la atmósfera y suele estallar y dividirse en pedazos.

    ----

    Parece que no recoge la acepción de meteoro como sinónimo de bólido (y desde luego, eso de estallar en pedazos, no es del todo correcto), pero en astronomía es lo que se suele hacer. Me llama la atención eso de "Meteor" justo delante de la acepción 2. ¿Tal vez meteoro en el sentido astronómico sea un anglicismo?

    Creo que lo de meteoro vino porque hasta hace relativamente poco (siglo XIX) se creía que eran fenómenos meteorológicos, que nada tenían que ver con rocas de origen extraterrestres.


    En cualquier caso, actualmente, en el mundo de la astronomía, se utilizan los términos meteoro y meteorito (y meteoroide, para referirse a los objetos que aún no han penetrado en la atmósfera, y pululan por ahí).

    ResponderEliminar
  5. Y no olvidemos las "ascenciones meteóricas" de algunos astros de la vida pública o las carreras de alguno que otro ejecutivo :D

    Pero como bien comentaste aquí mismo en otro post (no, me resisto a poner la referencia, quien quera leerlo, ¡que la busque!) son usos de frases que tienen una amplia difusión, y escasa comprensión. No había escuchado hablar de un meteorito que "suba" en lugar de caer ;)

    ResponderEliminar
  6. La confusión de Daviti entre astrología y astronomía viene completamente al caso de la del meteoro atmosférico y el astronómico, ya que en la antiguedad no sólo no había diferencia entre astrología y astronomía, sino que la meteorología pertenecía a éstas (observaban lo que ocurría en las esferas celestes) de ahí la ambigüedad: el fuego de Santelmo o los relámpagos estaban en el mismo saco que los meteoros y los meteoritos.

    Me ha encantado el comentario de Mytho, pero haré de abogado del diablo y diré que ese uso de "meteórico" podría aludir a su sentido etimológico, como ha citado Alf significaba en griego "elevado en el aire".

    ResponderEliminar
  7. MUY BUENA TU APARICION EN WWW.POCUATANAKA.BLOGSPOT.COM ME CAUSO MUCHAS GRACIAS POR TU BLOG TAN BUENO

    ResponderEliminar
  8. Como otras tantas veces, muy bien explicado. No vi ese episodio de CSI pero sí he visto ese "error" en otros muchos sitios (sin ir más lejos, este fin de semana volvieron a echar el episodio de los Simpsons de la Contaminación Lumínica, al final también se ve una lluvia de estrellas). Y si los astrónomos "vemos el truco" en una cosa de ciencia tan básica en CSI... ¿qué más nos estarán colando? Porque la verdad es que a veces no me trago mucho de dónde se sacan las cosas en esa serie (y no solo por sacar un espectro evidente en un momento o ampliar una fotografía digital y "recomponer" cosas más pequeñas que el tamaño del píxel)...

    Un abrazo y voto de hoy ;)

    ResponderEliminar
  9. Ocurre simplemente que poca gente de las ciudades ha tenido ocasión de ver una lluvia de estrellas, de ahí que los guionistas se dejen llevar por la imaginación más que por lo que han visto (pues no han visto nada).
    Cualquiera que haya visto una lluvia de estrellas auténtica habrá notado el fenómeno de la divergencia. Es muy evidente, a poco que sean unos cuantos los meteoritos.

    ResponderEliminar
  10. Gracias por la aclaracion y por la informacion acerca del brillo de las estrellas fugaces

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.