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jueves, junio 12, 2014

El espía de Dios: Inhibidores de frecuencias

Portada del libro

Volvemos con un libro. Acabo de terminar «El espía de Dios», una novela policiaca donde un asesino en serie anda suelto en el Vaticano, en pleno cónclave tras la muerte de Juan Pablo II. En uno de los capítulos, los protagonistas entran en el Domus Sanctae Marthae, un edificio donde los cardenales del cónclave residen mientras dure el mismo. Una de las medidas de seguridad que tiene el edificio es un inhibidor de señal. En boca de uno de los personajes, «En éste p(...) edificio no funciona nada. No hay cámaras en los pasillos, no funcionan los teléfonos ni los móviles ni los walkie talkies. Nada más complicado que una p(...) bombilla, nada que requiera de ondas o de unos y ceros para funcionar.». Más adelante, se descubre que el asesino, que normalmente utiliza una videocámara para documentar el tormento de sus víctimas, usó en el edificio una vieja cámara de fotos mecánica, previendo que un aparato electrónico no funcionaría.

En realidad, un inhibidor no impide que un aparato electrónico funcione. Lo que hace es emitir una serie de señales de bastante intensidad, en determinadas frecuencias. Estas señales actúan como ruido en el canal, de forma que cualquier otra señal en la misma banda de frecuencias, queda enmascarada por el ruido, siendo casi imposible su correcta interpretación. Pero los dispositivos afectados pueden emitir su señal perfectamente. Es como si para impedir que dos personas hablen en una habitación, ponéis un equipo de música a toda pastilla, para que no se puedan oir. No estáis impidiendo que alguien hable tapándole la boca, sino que generáis un ruido mucho mayor para que no se le entienda. El principio es el mismo.

Como podréis suponer, hay una forma de contrarrestar un inhibidor: aumentando la potencia de tu propia señal, para que tenga mucha más intensidad que el ruido generado. Pero esta característica no es algo que suelan tener dispositivos convencionales, como un teléfono móvil, o el transmisor de un detonador. Por eso los inhibidores se suelen utilizar como medida de seguridad en determinados ámbitos.

Una vez entendido cómo funciona, parece evidente que un inhibidor no puede afectar al funcionamiento interno de un dispositivo electrónico, como se menciona en el libro. Un smartphone, si bien no podría realizar llamadas ni conectarse a una Wi-Fi, puede seguir utilizándose para sacar fotos, vídeos, o jugar al videojuego de moda (si no requiere conexión a Internet). Por supuesto, cualquier videocámara, sería perfectamente utilizable.

7 comentarios:

  1. Le he estado dando vueltas al asunto. Por partir una lanza a favor del autor, podríamos pensar que con un transmisor de suficiente potencia, podríamos llegar a inducir corrientes en los circuitos electrónicos de los aparatos, sobre todo en los pequeños cables que pueda tener y en las pistas de mayor longitud del circuito impreso. Dado que estos cada vez funcionan con tensiones menores, por aquello de ahorrar batería, creo que sería posible provocar fallos de funcionamiento. Obviamente la potencias de transmisión necesarias serían muy elevadas y, tal vez, hasta perjudiciales para las personas.

    Desde luego, coincido con Alfonso, un inhibidor normal no provocaría un mal funcionamiento de los equipos. Creo que todos hemos pasado por zonas donde hay inhibidores y es casi imposible abrir el coche con el mando a distancia, pero una vez dentro, arrancamos sin problemas.

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    1. No sé si sería posible eso que dices, Iván. Si no me equivoco, normalmente los aparatos electrónicos están "blindados" con una jaula de Faraday. Al menos los microprocesadores lo están, precisamente porque la mínima interferencia afectaría a sus transistores microscópicos.

      Lo que tú dices sería una especie de Impulso Electromagnético, ¿no?

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  2. Pulso electromagnetico.

    Veamos, si no recuerdo mal, la fisica de un pulso electromagnetico, efecto decubierto a raiz de las primeras pruebas y detonacions de fision, consiste en una induccion de electricidad en los conductores, es decir, el efecto inverso al electro margetismo que se genera alrededor de un conductor al circular electricidad. Si el campo electro magnetico es suficientment einteso, induce una corriente electrica en los conductores que dao elbajo voltaje e intensidad al que fucinona, pues simplente quema los "chip" por sobre carga.
    Cualquera que viva en uan zona rural sabe que los picos de tension del "manifico suinistro electirco" de las compañias, quema no solo aparato ssensibles como la micro electornica, sino paratos mas solidos aparentemente como una lavadora, — el motor —, o el motor de un ascensor.

    Evdentemente, si se protege el aparato con una blindaje, el pulso es derivado, peroooooo… solo si hay una derivacion a tierra efectiva, de ahi la recomendacion de suar enchufes con toma a tierra, y que sean efcetivos, las chapuzas suelen inutilizarlos. Por mucho blindaje, si no se puede derivar la sobrecarga, y elpulso es intenso, acabara por joder el aparato.

    No estoy muy seguro, pero me parece haber leido que los de los supresores por fuerza bruta estan obsoletos, que ahora hay inhibidores que funcionan por anulacion de fase; escuchan la señal, — no hace falta entenderla, aunque este encriptada da igual —, la invierte y la decuelve con la fase invertida e igual potencia, con lo que la señal se vuelve inninteligible, ruido blanco, no se impide la emision, solo se convierte en ruido blanco, no requiere potencia escesiva y da igual a que pontencia se emita la señal, ya que no se bloquea, se anula.

    Pero no estoy seguro si no lei mal.

    De todos modos… ¿en el vaticano utilizan lago mas moderno que el tam-tam? No, no lo se, como son tan conservadores y niegan casi toda la tecnologia y la ciencia, pues…

    J.Diaz (34)

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  3. Totalmente de acuerdo con el post, y aún más... Un inhibidor, por bueno que sea, no puede llevarse por delante todas las señales. He pasado muchos años trabajando en guerra electrónica, y equilibrar potencia y ancho de banda es el quebradero de cabeza diario de cualquiera que intente perturbar señales. O sea... que no vale "cargárselo todo". Hay que elegir qué atacamos, y con cuánta energía.

    Un perturbador (que es un nombre más técnico) funciona en una o más bandas de frecuencias concretas. Es imposible que un transmisor de cualquier tipo pueda cubrir toda la banda de frecuencias que utilizan los aparatos electrónicos. Desde unos pocos Megahercios hasta varios Gigahercios... no hay oscilador ni amplificador en el mundo que saque eso, ni antena que se adapte a transmitirlo.

    ¿Cómo lo hacen los "inhibidores" que se usan en todas partes? Poniendo varios transmisores y varias antenas, cada uno para una banda de frecuencias. ¿Todas las bandas? Tampoco. Se ponen en las bandas en las que se espera que intente utilizar un receptor que no queremos que funcione.

    Si quisiera perturbar "todas las frecuencias" (vale, todas las que se usan normalmente) en un espacio del tamaño y tipo de un edificio necesitaría un aparato que ocuparía la mitad del espacio del edificio, con más antenas que un saco lleno de escarabajos y que necesitaría su propia central eléctrica para poder sacar toda esa potencia.

    Ah, y las ondas no se detienen cuando llegan a una distancia. Sólo se atenúan gradualmente con la distancia y por lo general cuanto más baja sea la frecuencia más lejos llegan... así que nuestro juguete dejaría sin comunicaciones a todo el Vaticano y un trozo de la ciudad de Roma. Sobre todo a la policía, las ambulancias, los taxis y todos los que usan la banda de HF y VHF.

    Y sí, hay muchas comunicaciones que cargarse en el vaticano. Contestando a J. Díaz... en el Vaticano utilizan muchísima tecnología bastante más avanzada que el tam tam. Puede que nieguen la ciencia y se opongan a la investigación, pero cuando llega el momento de aprovecharse de ella, no se cortan ni un pelo.

    Volviendo al post... Si lo que queremos es que no funcionen los aparatos electrónicos, un perturbador no llega ni de lejos a dar ese resultado. Hay que usar un generador de pulso electromagnético como ya ha comentado más gente o, para que el efecto sea contínuo, un emisor de microondas de alta potencia. Esto deja inutilizados los circuitos eléctricos y electrónicos o los fríe directamente, a menos que sean MUY duros. Hablamos de circuitos y aparatos especialmente reforzados con requisitos de tipo militar, y ni siquiera eso garantiza que aguanten.

    Eso sí... con el nivel de energía de un emisor de EMP o de HPM que trabajen en pulsos o de forma continua... mejor que los cardenales del Vaticano no estén dentro del alcance de semejante bombardeo, o las córneas se les van a quedar blancas como las de un pescadito frito y van a tener que leer la biblia en braille (lo de quedarse estériles imagino que les importa algo menos).

    Ignacio (38)

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  4. Lo de el tam-tam no era ciencia, era un comentario sociologico, evidnetmente, mi muy querio ignacio.

    Tus acalraacioen shan sido muy valiosas e interesantes.

    Una pregunta; ¿Te quedan 38 dias de vida como a mi?

    J.Diaz (31)

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    1. No... pensaba que el número al lado del nombre era la edad. Claramente, estaba equivocado.

      Ya supuse que lo del tam-tam era un comentario sociológico... igual que mi respuesta. El Vaticano se opone a la investigación, la tecnología y la ciencia pero no veo que le haga ascos a sus resultados... cuando les convienen.

      Es curioso como la hipocresía nunca ha sido considerada uno de los pecados capitales... ¿Por qué será?

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  5. Lo de los inhibidores es algo más complejo que como se comenta aquí, de hecho son varias tecnologías que se implementan según los niveles de seguridad y recursos pero siempre es como en todo superable (Miren Israel es uno de los punteros en estos asuntos y ayer le tumbaron un avion los "sirios"); por ejemplo, si se conoce "la frecuencia" a neutralizar no se emite "ruido" sino una onda de acople que se sume a la onda y el receptor no "la reconozca" como el caso de mandos a distancias de ETA para iniciar explosivos en los 80/90. Sin embargo algo que es fácil de hacer con un recinto cerrado como el Vaticano es convertirlo con pinturas y cristales especiales (con plomo)en una campana de Faraday, las frecuencias y las ondas podrían viajar dentro y fuera pero no traspasarían la campana. Yo que he trabajado en seguridad llevábamos en la primera época papel de aluminio y cuando a un malo le trincábamos el móvil lo envolvíamos con el papel metal para hacer la campana de Faraday y que no pudieran borrar los datos a distancia.

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