
En uno de esos arrebatos de nostalgia que me dan últimamente (¿será cosa de la edad?), me he comprado la edición en DVD de la serie de animación Ulises 31. Ya comenté con anterioridad alguna que otra cosilla de esta estupenda serie, así que no creo que sea necesario explicar su argumento.
Antes de empezar con la mala ciencia de hoy, no puedo evitar comentar el amargo sabor que me ha dejado la poco cuidada edición. En los extras, se han utilizado los nombres de la versión inglesa, que en algunos casos difieren totalmente de la nuestra (Yumi en vez de Thais, y Numinor en vez de Numaios); el único idioma adicional en el audio es el inglés (cuando la serie es una coproducción franco-japonesa); el movimiento de la imagen deja en ocasiones estelas... Pero lo que más me ha llegado al alma es la alteración injustificada de los créditos del inicio y del final.
Recordaréis cómo empezaba cada episodio: una introducción instrumental de la canción principal, mientras aparecía una breve animación del título (una estrella se acercaba, revelando el rostro de Poeseidón, y aparecía el rótulo «Ulises 31», con el característico tipo de letra de la serie), seguidos por un resumen en imágenes del primer episodio, con una voz en off que decía eso de «Siglo 31: Ulises ha destruido al Cíclope salvando así a Telémaco, Thais y Numaios, y provocando por ello una terrible venganza de los dioses del olimpo.», a lo que seguía la inconfundible voz de Constantino Romero, haciendo de Zeus: «Quien quiera que se atreva a desafiar el poder de los dioses, merece ser castigado (...)», y todo lo demás. Después se mostraba el título de la serie, y unas secuencias especiales de los créditos (no aparecían en ningún episodio). Todo ello con la famosa canción de fondo que todos conocemos (los nostálgicos, podéis verla en YouTube).
Pues en la edición en DVD, cortan los primeros segundos de los créditos, comenzando directamente con el resumen del primer episodio, y además, en vez de dejar el audio original, simplemente repiten una y otra vez un fragmento de la canción, eliminando sin motivo aquella parte que decía eso de «Yo soy Nono, pequeño robot, su amigo fiel. Uliiiiiiises (...)». Por otro lado, esta misma cabecera la usan en todos los episodios, incluyendo el primero, cuando el realidad, la cabecera del primer episodio no incluia el resumen (como es lógico). En los créditos finales, aunque no recortan nada, se nos priva nuevamente de la estrofa dedicada a Nono, repitiendo el estribillo de la canción. En fin...
Pero vayamos con la mala ciencia. El segundo episodio de la edición se titula «El planeta perdido» (en la emisión original de TVE, sin embargo era bastante posterior). En él, encuentran un planeta perdido «a la deriva» (Shirka dixit), que resulta ser uno de los satélites de Zotra (el mundo origen de Thais y Numaios), al que llamaban «el planeta de las vacaciones». La cuestión es que el satélite es perfectamente habitable, y hay plantas y animales, ante lo que cabe hacerse la misma pregunta que con Mongo: ¿De donde recibe luz y calor, si no hay una estrella cerca? Un planeta o satélite, perdido en el espacio, sin orbitar una estrella adecuada, se convertiría rápidamente en una bola helada e inhabitable.

Uno podría recurrir a poder de los dioses para explicarlo, pero Zotra está fuera del «Universo del Olimpo», y el satélite ha tenido que viajar desde su órbita original, hasta atravesar los «Hielos Galácticos» (la frontera de dicho universo ¿recordáis?), sin intervención divina. Bueno, también podemos recurrir a la bruja que habitaba el planeta, y que de hecho había petrificado a los zotrianos. Pero en el episodio, la bruja estaba resentida con ellos, ya que se habían llevado a los niños (que la bruja adoraba) en la primera evacuación. No parece lógico que mantuviera todo el ecosistema del satélite (si pudiera hacerlo), cuando ella se había autoconfinado amargadamente en unas cuevas.
En cualquier caso, y como ya comenté en otra ocasión, si la explicación es sobrenatural o mágica, debería mencionarse. En el episodio, Ulises y Numaios se extrañan al ver que las sombras de los zotrianos petrificados siguen moviéndose, pero ni mencionan el posible origen de la luz y calor del mismo. ¡Por la Gran Galaxia!